Un post con alma

Escucha

a tu cliente

RESPETO, EMPATÍA Y COMUNICACIÓN

La frase que repetimos a todas horas en el estudio, y que marca nuestras prioridades a la hora de diseñar. El mejor regalo para nosotras es diseñar un hogar a la medida de su dueño, una persona única e irrepetible. Y como ellos, así entendemos cada proyecto.

La búsqueda de una comunicación fluida con nuestros clientes (al final del proceso, amigos) es uno de los aspectos clave para el estudio. Y es, curiosamente, para lo que menos nos preparan en la universidad —la escucha activa.

El tema que tratamos hoy nace desde la humildad y la honestidad con la que nos enfrentamos a cada proyecto, y surge a raíz de una realidad que hemos detectado cuando clientes y amigos nos comentan cómo se enfrentan a una obra, o nos comparten las inquietudes y miedos que les surgen durante el proceso.

¿Cómo entendemos el camino creativo de un proyecto y la relación con nuestro cliente?

Para nosotras arquitectura e interiorismo son profesiones que demandan pasión, dedicación, ilusión y, por encima de todo, nos permiten acompañar a las personas en su objetivo de construir sus sueños.

Un sueño que se hará realidad si la alianza arquitecto-propiedad está basada en el respeto, la empatía y la comunicación. Sobre ello reflexiona Norman Foster, con un enfoque muy enriquecedor: “un arquitecto debe, ante todo, escuchar, ser humilde hasta extremos extraordinarios, entender la idea que genera un edificio, las necesidades de sus usuarios, y todos los aspectos implicados, que son muchísimos. Entender a conciencia lo que rodea a una obra nos permite liderar un proyecto con un alto grado de confianza.”

Los vínculos que generamos durante el proceso entre cliente y diseñador, se convierten en relaciones muy intensas e íntimas. Mucho más de lo que a priori puede parecer.  

Por eso, nuestros esfuerzos siempre van dirigidos a la relación y el tiempo que dedicamos a nuestros clientes. Cuando alguien nos contacta para comenzar a pensar en su obra, somos muy conscientes de que tiene unas necesidades concretas, unas preferencias y unas circunstancias particulares que debemos escuchar, analizar y comprender.

¿Cómo lo hacemos?

Dedicamos mucho tiempo a entender lo que nuestro cliente quiere, y no damos nada por supuesto. Lo hacemos desde la cercanía, la experiencia y la certeza de que decidir sobre nuestro propio hogar, no es tarea fácil.

Observando con atención, visualizamos las rutinas del cliente (que por muy sencillas o excéntricas que nos parezcan, son las suyas, no las nuestras). Dedicamos todos nuestros recursos a explicar las diferentes propuestas —al mismo tiempo que los pros y los contras de las mismas.  

Entendemos cuando nuestro cliente necesita su tiempo, y se lo damos. Porque tomar decisiones en cuanto a distribución, materiales y todos los elementos que rodean a una obra no es sencillo, y es un proceso que debemos respetar. Cuando hay dudas, tratamos de aportar soluciones y alternativas, dedicándole ese esfuerzo extra que nuestro cliente necesita, y que es necesario.

Por tanto, nuestros pilares en cada obra son el cariño por el cliente y la escucha activa. Sólo así somos capaces de ponernos en su piel. Sin olvidarnos de que le estamos ayudando a crear algo tan íntimo como su propio hogar.

Entendemos el diseño como una herramienta para mejorar nuestras vidas. Debemos ponerla al servicio de las personas, con el principal objetivo de cumplir sus sueños.

Cristina

Si quieres leer más sobre algunas de nuestras reflexiones, te invitamos a leer el post que escribimos sobre Aceptología.


 

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