Entrevista Cristina Felipe
Llena de energía y personalidad.
Entrevista a Cristina Felipe, fundadora de Estudio Crearte
Cada vez que ella entra en el estudio, es como si entrara un torbellino. Cristina aparece llena de energía y es todo personalidad. Su espíritu curioso es como un sorbo de una bebida energética que te despierta y motiva día a día, desde primera hora. Hoy extraemos esta entrevista de la fundadora de Estudio Crearte, una bonita conversación con ella que te va a despertar todos los sentidos.
Podríamos comenzar por cualquier otra pregunta, pero viendo tu pasión a la hora de trabajar, y la dedicación y atención que muestras por cada cliente, nos gustaría saber con qué parte de tu trabajo disfrutas más.
Qué buen inicio, es una pregunta que yo misma me hago, ¡y no sabría quedarme con una sola cosa! Disfruto mucho pensando en las posibilidades de cada proyecto, haciendo distribuciones diferentes y, a veces “alocadas”. Cada proyecto tiene un gesto espacial nuevo. Me gusta descubrir nuevos materiales y sus aplicaciones… pero si tengo que elegir sólo una parte… me encanta pasar tiempo con mis clientes, aprender del proceso, de sus gustos y necesidades. Cada vez que un proyecto llega a su fin, ¡echo de menos no verles tanto! Y dejar de pasar horas juntos. Creo que el proceso creativo no sería lo mismo sin ellos. Son una parte imprescindible del proyecto.
“Las cualidades que fomento cada día son la confianza mutua con el cliente, el cariño hacia sus necesidades, y la comunicación a lo largo de todo el proceso”.
Madrid, Shanghái… una trayectoria muy interesante pese a tu juventud, y desde hace unos años Estudio Crearte, ¿qué te impulsó a crear tu propio estudio?
¡Yo diría que mi rebeldía! Siempre me he sentido un alma libre, desde que terminé la carrera en la ETSAM, o incluso antes, cuando iniciaba etapa en un nuevo estudio o trabajo, me sentía “encorsetada”. Sabía que necesitaba esa fase en la que formarme en el mundo real, y adquirir experiencia en arquitectura, interiorismo y construcción. Así que me tomé mis primeros años profesionales como un camino de aprendizaje hacia un fin: crear mi propio estudio.
Dada mi inquietud por aprender, pasé de un estudio de arquitectura pura y dura (BAT), a una oficina internacional centrada en el diseño e interiorismo (Neri&Hu). A mi vuelta en España, estuve varios años en un estudio que cuida mucho a sus clientes, y les da un trato muy cercano (more&co). Después, estuve en una constructora donde, como yo digo, “cogí callo en obra”, algo muy necesario para un arquitecto que quiere saber más acerca de lo que diseña (RTA).
Fue en ese momento, tras conocer los distintos ámbitos de la arquitectura, cuando decidí lanzarme a la piscina. Consideraba que podía ir un poco más allá con el diseño, escuchar más a mis clientes, darles prioridad, entenderlos y poner mis herramientas al servicio de sus sueños e ilusiones. ¡Y en ello estamos!
¿En qué cambia tu manera de trabajar cuando tienes la responsabilidad de todo un equipo?
Lo único que cambia es que me esfuerzo en transmitir a mi equipo los valores que caracterizan Crearte. Estamos desarrollando un nuevo concepto de estudio, mucho más cercano, más real, que intenta deshacer el mito del arquitecto inalcanzable. Somos personas que acercan el diseño a sus clientes, que les ayudan a llevar a cabo sus proyectos. Por eso creo que, más que responsabilidad, siento un gran compromiso con estos valores y hacia mi equipo. Mi objetivo es que tod@s se sientan orgullosos cada día de formar parte de este proyecto.
¿Crees que un arquitecto/a debe tener, además de una personalidad creativa e innovadora, otras cualidades?
Sin duda. Para mí, como te decía, antes que arquitectos y diseñadores, somos personas. Sentimos, vivimos, creemos y soñamos. Por eso, las cualidades que fomento cada día son la confianza mutua con el cliente, el cariño hacia sus necesidades, y la comunicación a lo largo de todo el proceso. Trato de seguir estas tres premisas en mi día a día, tanto en el ámbito personal como profesional.
“Mi equipo sabe que estamos haciendo crecer un nuevo concepto de estudio, mucho más cercano, más real, deshaciendo aquel mito del arquitecto inalcanzable, el de las grandes obras. Somos personas que acercan el diseño a sus clientes, que les ayudan a cumplir sus sueños”.
A lo largo de tu carrera has diseñado reformas de viviendas, restaurantes, oficinas, hoteles…, ¿tienes algún proyecto del que te sientas especialmente orgullosa?
Puede sonar a cliché, pero cada proyecto es especial por algún motivo. Me vienen varios a la mente de inmediato, así que me quedaré con dos: El restaurante NuBel en el Museo Nacional Centro de Arte Reina Sofía, con Paula Rosales en more&co. Lo recuerdo con muchísimo cariño. Fue un proyecto en el que pudimos innovar y en el que la relación con nuestro cliente durante todo el proceso fue exquisita.
Pero no podría dejar de nombrar a mis queridos Silvia y Raúl, y su chalet en La Moraleja. Ha sido casi un año de obra en la reforma de su vivienda, y son innumerables las experiencias y anécdotas durante este tiempo. Así que, ahora que está a punto de terminar, sólo puedo decir, ¡gracias!
Y alguno que te gustaría diseñar…
Me encantaría hacerme mi propia casa, desde cero. ¡Aunque presiento que sería muy mala clienta! No me imagino teniendo que lidiar conmigo misma durante el proceso. Con mis clientes me siento cómoda diseñando, ¡pero creo que no sería igual de sencillo conmigo misma!
Suponemos que a la hora de diseñar buscas referencias, inspiración… ¿crees que seguir las tendencias puede llegar a “matar” la creatividad del arquitecto?
Creo que la clave está en encontrar el equilibrio. Estamos expuestos a tal bombardeo de información que muchas veces hasta crees haber “inventado” algo que luego te encuentras en una red social. Y resulta que seguramente lo habías visto de pasada en algún momento y lo habías interiorizado.
Para mí la inspiración está más en lo cotidiano, en prestar atención a nuestros comportamientos y experiencias vitales, a nuestros hábitos. Y es entonces cuando pueden entrar en juego las tendencias.
¿Y dónde encajan tus pasiones: viajar, la fotografía, la gastronomía…?
Son también una parte importante del proceso creativo. Disfruto haciendo fotos a materiales, texturas, combinaciones de colores, patrones en el cielo o en el suelo... En cualquier lugar, me verás quedarme atrás sacando una foto o mirando algo que me ha llamado la atención. Luego utilizo esos recuerdos para idear combinaciones espaciales… ¡o incluso para elegir telas!
Por ejemplo, llevo años fotografiando “ropa tendida”. Me gusta observar balcones y terrazas y pensar en cómo serán las personas que usan la ropa que veo colgada. ¿Cómo sería diseñar sus casas? ¿Qué colores, formas o texturas les gustan y por qué?
Es en esos detalles, en esos hábitos naturales y rutinarios, donde nos encontramos a nosotros mismos, y también donde, sin querer, somos realmente creativos, ¿no te parece?
Pero seguro que el primer contacto con tus clientes no es a través de su ropa tendida… ¡¿verdad?! ¿Cómo comienza un proyecto en Crearte?
¡Claro que no! (Risas). Nuestra relación con el cliente comienza con una primera reunión en la que detallamos su wishlist del proyecto. Nos gusta ir de la mano en todo el proceso, y la clave está en la comunicación. Tratamos de resolver todas sus dudas, dándole muchas opciones. Y, sobre todo, nos encanta indagar sobre sus gustos… ¡para después poder sorprenderle! Para nosotras, lo fundamental es que al final, el cliente sienta que el proyecto es completamente suyo.
“Nuestra filosofía se basa en escuchar al cliente y entender sus necesidades. De poco sirve querer hacer el que creemos que es el “proyecto de nuestros sueños”, si no hemos entendido los suyos”.
¿Tienes algún color, material o detalle característico que definan tu estilo?
En realidad, nos gusta mucho experimentar e innovar en cada proyecto. Si tengo que elegir algo que caracterice al estudio, quizás serían los colores neutros para los fondos (paredes, suelos, techos), dejando los toques de color para piezas especiales (mobiliario, arte, etc).
En cuanto a materiales, nos quedamos con los muy bien llamados “nobles”: madera, piedra, lino… Lo bonito de los espacios y elementos construidos con estos materiales es que no hay dos iguales y, sólo por eso, le dan un carácter y personalidad especial a los proyectos.
